Los secretos del protocolo cubano ante una enfermedad para respetar.

Por: Arleen Rodríguez Derivet.

Habla apasionada y apresuradamente, como si el tiempo fuera demasiado breve para todo lo que necesita decir. Y es la clásica adicta al trabajo. Como si un poderoso imán la retuviera allí, ha hecho del MINSAP su primera casa, lo que hoy es bastante común en el personal de ese ministerio que, en las actuales circunstancias, decide como ningún otro, qué se hace y qué no, en la semiparalizada cotidianidad del país.
Creo que logré entrevistarla porque me tocó escribir apoyada en su mesa, durante una reunión de trabajo que tomó por asalto la pequeña oficina que ocupa la dirección científica en el edificio ministerial. Corrían, tensas y angustiosas, las horas previas a la entrada a Cuba de la tormenta tropical Laura y no se veía un alma por toda la Rampa. Pero en el MINSAP quedaban personas trabajando y ella sería una de las últimas en irse.
Conversábamos de la inédita experiencia de los últimos meses y le pedí grabar nuestra charla para la segunda temporada del Podcast de Cubadebate y Radio Rebelde: “La luz de la memoria”, que esta vez se llama En Zona Blanca, porque intenta llevar a su audiencia experiencias, sentimientos, sacrificios y conquistas de todos los que visten batas blancas, sean del mundo de la Ciencia o el de la Salud, las dos fuerzas que enlaza el trabajo de la Dra Ileana Morales, Directora Nacional de Ciencia e Investigación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública.
La convencí con un argumento irrefutable: en su más reciente comparecencia en la Mesa Redonda, casi pierde la voz tratando de explicar en pocos minutos la cantidad de protocolos abiertos para enfrentar la COVID 19, gracias al enlace de la ciencia y de la medicina cubanas. Nuestro podcast le ofrecía una hora. Lo que sigue es la transcripción de ese diálogo. Y un poco de música para las pausas.
P: Ileana, ¿usted que antes fue viceministra para esta misma área, recuerda otro momento como éste de tanta y tan efectiva interacción entre la ciencia y la salud pública cubana?
R: No, un momento como éste no lo ha vivido nunca el país. El país ha vivido momentos cumbres, donde ha necesitado de la ciencia una actuación rápida, una actuación imprescindible, en el momento, pero con la integralidad, con la intensidad y con la urgencia que ha llevado esta pandemia, no.
P: Usted está ahora al frente del Grupo que junta a los expertos de la ciencia y de la salud, a quienes yo creo que le debemos mucho de la suerte de estar en la situación que estamos, porque por mal que estemos, estamos mejor que casi todo el resto del mundo. Pregunto, ¿cómo ha sido, cómo se hizo, qué filosofía dictó la creación de este Grupo?
R: Es un Grupo de Ciencia, que está adscripto al grupo técnico, donde se colegian los temas fundamentales que luego se trasladan al Grupo Temporal que preside el Presidente Díaz-Canel. Ese grupo de Ciencia fue creado muy tempranamente, el 12 de febrero, a instancias del Viceprimer Ministro Roberto Morales. Para entonces, el país estaba preparando su plan de medidas y nosotros, revisando el mundo, ya empezamos con un observatorio y empezamos a buscar toda la información científica relevante y nos empezamos a preparar. Comenzó con apenas unos centros de Biocubafarma, el CENSA -que es del MES-, algunos profesores de la Universidad de La Habana que convocamos y, bueno, el MINSAP por supuesto. Ese era el grupo inicial. En marzo, ya la vida nos impone otra dinámica, cuando comienzan los casos, los graves, algún fallecido y empieza la situación epidémica complicada en el país. Muy tempranamente, comenzando marzo, el grupo de ciencia crea, como su brazo ejecutor, el Comité de Innovación.
Este Comité de Innovación lo co-coordinamos Rolando Pérez – mi homólogo en BioCubafarma, excelente académico, excelente amigo y profesional- y yo y lo integran todos los centros de Biocubafarma, todos los centros del MINSAP, expertos de ambos lugares y de otras instituciones que convocamos. Su función es evaluar y aprobar todos los proyectos, todas las intervenciones, todos los estudios clínicos y todos los ensayos que se han ejecutado como parte del enfrentamiento a la pandemia.
El Grupo de Ciencia -que no sólo es el Comité de Innovación- tiene, además, un grupo de expertos de Psicología que tributan al Comité de Innovación, aunque con una actividad más independiente, más específica, más centrada en los problemas sociales, psicológicos, en la psicología de la salud.
Y tiene un Grupo de Expertos que muchos han visto en las Mesas Redondas, en la reunión con el Presidente. Ahí están Raúl Ginovart, el matemático de los pronósticos, el Dr Pedro Mas, con estudios internacionales de Epidemiología, la profesora Nancy de Geografía, con los sistemas de referenciación de Geocuba. Ese grupo ha sido un soporte para las investigaciones, para el grupo técnico y para el Grupo Temporal, a la hora de tomar decisiones, porque han podido revisar, implementar y manejar las herramientas epidemiológicas. Y esos expertos también están en el Grupo de Ciencia, porque lo que hacen es Ciencia. Han servido de puente entre las Ciencias Básicas y las Ciencias Clínicas o Ciencias Aplicadas.
Yo puedo decir que esto es lo más integral en términos de Ciencia que ha hecho el MINSAP. Diría más: que en toda la historia de la Salud Pública revolucionaria, que es decir la Salud Pública cubana, porque antes del triunfo de la Revolución aquí había muy escasos centros de salud y mucho menos de investigación. Bueno, si estamos hablando de Salud, la Ciencia es Salud y hablar de Salud Pública es hablar de Revolución.
P: Y eso responde también a la filosofía con la que Fidel creó los llamados Polos Científicos, ¿no?
R: A eso iba, porque esto no nace así porque sí, porque hayamos querido hacer un Comité de Innovación, porque se nos ocurrió a Rolando y a mí en medio de la pandemia. No, no es así.
Nosotros hacemos un juego de palabras y a veces entre nosotros bromeamos porque el Comité de Innovación es una innovación. Es una gran innovación organizacional. Y hay por ahí una publicación que estamos preparando para explicar cuán innovadora ha sido la gestión de innovación del Comité de Innovación. Parece una redundancia, un juego de palabras, pero es exactamente así. El propio Presidente Díaz-Canel, que ha realizado excelentes reflexiones y publicaciones, ha hablado de la gestión del gobierno y la ciencia, en una clase magistral de innovación, de cómo se gestiona. Nosotros en el Comité de Innovación lo que hemos hecho es gestionar esa responsabilidad que tenemos frente a la Covid.
Ahora, vuelvo a tu pregunta, pudimos hacerlo porque teníamos un Sistema de Salud, podemos hacerlo porque tenemos en Cuba un sistema de Ciencia, que el CITMA coordina y que es muy fuerte, y hay un sistema de ciencia y salud, que es fuerte, que tiene sesenta años de desarrollo.
Podemos hacerlo porque el Comandante creó un polo que después generó una gran unión de empresas que ahora se han convertido en empresas de alta tecnología dedicadas a la Ciencia.
Y pudimos avanzar y avanzar muy rápido porque lo que hicimos fue posicionarnos, replantearnos productos innovadores, experiencias innovadoras de los servicios de salud, experiencia acumulada del trabajo conjunto: Ensayos clínicos que venían muy avanzados los reposicionamos, los evaluamos y los lanzamos como proyectos Covid. Yo he dicho en varias Mesas que esa ha sido una de nuestras grandes fortalezas.
Sin un arsenal de investigación, sin un arsenal de productos, un arsenal de terapéutica y un gran ejército de personas bien preparadas, ningún país puede hacer lo que ha hecho Cuba y han hecho quizás otros países con otras dimensiones. Pero estoy hablando de Cuba porque es lo que conozco, donde están las personas cubanas, los científicos cubanos, los profesionales, los médicos, los profesores, lo segundo es contar con centros de muy alto nivel y tercero contar con productos y servicios que venían de muchos años consolidados y algunos en etapa de consolidación.
La otra innovación del Comité de Innovación es la forma en la que trabajamos, eso sí no lo habíamos hecho nunca. Nosotros tenemos una gran experiencia, muy reforzada en los últimos cinco años, de cómo trabajan Biocubafarma y el MINSAP de conjunto para avanzar y un poco acelerar ensayos clínicos y es verdad que hemos creado un sistema de trabajo bastante consolidado pero esto ha venido a ponerle el sello de oro. Cuál es la principal innovación que hemos logrado, y el principal, yo diría, estándar de calidad, es que nosotros creamos como Grupo coordinador del Comité de Innovación.
Este grupo coordinador quién lo integra, ya expliqué que los dos directores de ciencia de Biocubafarma y del MINSAP pero lo integran también la autoridad reguladora cubana, que es el CECMED, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos y los Equipos de Dispositivos Médicos, que tiene una fuerte autoridad de referencia mundial, y el Centro Coordinador Nacional de los Ensayos Clínicos. Esas son las cuatro patas de la mesa. Pero además, tenemos a Infomed, que ha sido nuestro aliado principal.
INFOMED está en el grupo coordinador porque coordina el Observatorio y es quien nos pone en la mano todos los días la fuente de información más fiable; tiene un trabajo inmenso con la APK de información, con el Observatorio, con los boletines diarios…Y están los jefes de los expertos clínicos, el Dr. Ricardo Pereda, que ha estado coordinando a los expertos clínicos, que participa en el grupo chiquito, manejando los temas, el coordinador del tema de la psicología y un poco Pedro Mas con el coordinador de Epidemiología. En ese grupo es donde se dice qué vamos a llevar mañana, qué vamos a evaluar, cómo vamos a agilizar esto, cuándo vamos a aprobar este tema, cuándo lo implementamos y cuándo lo presentamos en la reunión del Presidente con los científicos.
Por un problema de respeto y porque así nos lo enseñó el Comandante en Jefe, nosotros no llevamos nada a esa reunión que ya no esté implementado y que tenga resultados.
Nosotros ahí no llevamos ideas, al estilo de “estamos pensando”. Alguna cosa muy inicial sí, pero nosotros, por un problema de respeto a nuestro trabajo, al Presidente y a todo el grupo que está allí, nosotros les llevamos resultados, algunos parciales y otros finales y otros por dónde andan las cosas. Y ya tenemos 21 reuniones con más de 120 temas. Ha sido un trabajo interesante.
Ese es el primer gran impacto de tener un grupo de ciencia que dentro tenga un brazo ejecutivo que es el Comité de Innovación y que este Comité de Innovación tenga un grupo coordinador donde están todos los que tienen que estar.
El otro tema es el tiempo. Cuando se explicó lo de la vacuna, ellos decían que la variable dura es el tiempo. Aquí es igual. El Comité de Innovación, el grupo de Ciencia y el Grupo técnico, en todos estos meses hemos estado –igual que está el mundo entero- en una carrera contra reloj para que todo el que tenga que salvarse se salve y el que no tenga que enfermar no se enferme.
Es una premura. En una emergencia sanitaria internacional y en una emergencia sanitaria nacional, los tiempos no son los mismos.
Eso nos ha llevado a romper todas las reglas. Como decimos los profesores: desaprendimos todo lo que teníamos que desaprender y aprendimos rápidamente todo lo que teníamos que aprender para hacerlo distinto, porque si lo hacíamos con los tiempos tradicionales, si lo hacíamos con la dinámica de los tiempos normales, si seguíamos los pasos que lleva normalmente la presentación de un ensayo, de un estudio, la aprobación, la implementación, todavía estuviéramos hablando del primer proyecto.

Saltando la burocracia, pero manteniendo el rigor
P: Digamos que ustedes se saltaron la burocracia. Porque no se han saltado ningún paso esencial, ¿O sí?
R: No, no nos hemos saltado ningún paso esencial. Y también es verdad que todos estos elementos llevan burocracia, porque llevan procesos muy, muy rigurosos que nosotros no hemos dejado de hacer. Pero, por poner un ejemplo, si el CECMED trabajaba en un proyecto dos o tres horas al día porque tenía quince proyectos que revisar, ahora están concentrados en los proyectos COVID y trabajan “veintiséis” horas de las veinticuatro del día y lo que podían hacer en meses lo hacen en semanas o días.
Nunca antes tantas personas, en tan poco tiempo, habían estado hablando e investigando en un solo tema y eso también lo ha pasado Cuba, muchas personas, muchas instituciones centradas en un período corto de tiempo en un solo tema que es la COVID 19. Eso nos permitió también aunar esfuerzos, tener a todo el mundo concentrado en la primera línea de combate y además aplicarle un extra en el tiempo.
Sí es importante que nuestro pueblo sepa, que no hemos descuidado para nada el rigor. No nos hemos saltado ningún paso porque sabes que evaluar y aprobar investigaciones en humanos entraña una responsabilidad ética y una responsabilidad moral y una responsabilidad técnica muy fuerte.
No nos hemos saltado ningún paso. Sólo lo hemos hecho en menos tiempo, quizás con más personas, con más horas y a una velocidad nunca vista.
Todavía mantenemos un ritmo fuerte, pero en los primeros tres meses tuvimos que evaluar el 85% de lo que ahora está en acción, lo que está implementado, lo que todavía se está evaluando…muchos de los proyectos, la mayoría, ya están en ejecución.
Mucha gente me dice, Ileana, ¿por qué te oigo hablar a ti, que eres la Directora de Ciencia, de los protocolos y no de asistencia médica? Lo he explicado muchas veces y es que, no hay un protocolo ni una terapéutica aprobada para la COVID, es una enfermedad nueva, para la cual todavía no se ha aprobado un medicamento único efectivo. Usted se enferma de otra enfermedad x y sabe que lo que le ponen es tal tratamiento, pero para la COVID eso no existe. Todavía están en prueba.
La mayoría de los protocolos en el mundo están sujetos a investigación, cuál es el medicamento más efectivo, en qué dosis es más efectivo, cuál hace más efecto y en qué tiempo, combinado con qué o sin combinar…Todo eso está en investigación.
Esa conjunción de factores, el haber elaborado un protocolo que está sujeto a investigación y que está sustentado en múltiples investigaciones y que los resultados de estas investigaciones nos han dado los saltos de las cinco versiones del protocolo, lo ha coordinado el Grupo de Ciencia de conjunto con los expertos clínicos. Y eso ha sido excelente. Debo decir que sentimos una admiración muy profunda por nuestros médicos, nuestros enfermeros, nuestros técnicos, todos los que tienen que ver con esto, porque ellos son los que ejecutan y los que han analizado el protocolo.
También el Comité de Innovación del Grupo de Ciencia se ha enriquecido con toda la investigación más básica que es la epidemiológica.Y hay que darle el lugar que, no sólo que se merece, sino el lugar que lleva en toda situación epidémica, la primera línea de combate.
Esa primera línea de combate que no ha bajado la guardia y que ha trabajado intensamente es, en primer lugar, nuestra atención primaria de salud encabezada por los médicos y las enfermeras de la Familia, que tienen la alta responsabilidad de coordinar y conducir la pesquisa activa con otro grupo grande de compañeros, es cierto, pero ellos son los que conocen el terreno, son los que conocen a su población y manejan toda la información y además de dar un caso, salir con el resto de los compañeros a hacer la encuesta, a buscar los contactos, a localizarlos, a llevarlos. Es decir, ese pelotón, ese grupo, a mi juicio, es quizás de lo más significativo que ha tenido toda esta batalla.
Hay que hablar también de los epidemiólogos de campo. Hay varios epidemiólogos con mucha más experiencia, que me han llamado para decirme: Ileana qué bueno recordar. Es que la epidemiología de campo, que es una ciencia, se ha puesto aquí de manifiesto como nunca. Y en la medida que hagamos mejor epidemiología de campo, mejor análisis epidemiológico y gestionamos mejor la epidemia, más rápido le llegamos a todas las variables epidemiológicas, sobre muchas de las cuales habla Durán todos los días en su informe.
Algunas personas no se dan cuenta pero ahí están las variables epidemiológicas. Los epidemiólogos y no sólo los epidemiólogos, todos los equipos de centros provinciales de Higiene y Epidemiología, los centros municipales, las unidades de Higiene y Epidemiología, nuestro personal de laboratorio, nos dan la otra gran dimensión de esta batalla que es el diagnóstico.
Un diagnóstico oportuno, un diagnóstico veraz, un diagnóstico con una alta seguridad, con normas de bioseguridad, lleva muchos expertos detrás, la mayoría mujeres. Eso pasa en todos los laboratorios, incluso en los nuevos que se están creando, donde trabajan jornadas de 24 horas, pero con una alta responsabilidad porque tú tienes delante de ti la posibilidad de que se te pueda ir un caso, que no es lo que ha pasado.
Y luego está todo el personal de otras instituciones, donde te llega un enfermo y tienes que tener todas tus normas de bioseguridad, cumplirlas y hacerlas cumplir porque no sabes quién es asintomático y tienes que atenderlo, tienes que preservarte tú y preservar a los demás. Y también está la gran otra tropa que tiene que ver con la zona roja de los hospitales COVID y las terapias intensivas.
Tenemos otro segmento que vuelve a caer en el médico y la enfermera de la Familia, bastión, columna vertebral de nuestro sistema, creación de nuestro Comandante en Jefe, que es el estratega principal de nuestro sistema de atención primaria de salud y de todo el surgimiento de este programa: El que se recupera, cuando se inserta en su comunidad es el médico de la Familia quien lo capta y tiene que darle un seguimiento, hacerlo evaluar por una comisión y si tiene secuelas derivarlo a las especialidades correspondientes; otra responsabilidad del médico y la enfermera.
Ahí entran otras especialidades importantes como los dermatólogos, los neumólogos, los cardiólogos, los compañeros de terapia física, los rehabilitadores, que puedan tener alguna secuela física motora, los neurólogos por una secuela neurológica que está descrita, o los pediatras.
Y los pediatras, porque nosotros hemos tenido varios niños contagiados. Los niños son muy asintomáticos y como Cuba ha buscado activamente, pues le han salido más niños. Por qué tenemos tantos, a veces preguntan, es porque nosotros buscamos activamente; los demás países puede que tengan similar cifra pero al no buscarla activamente pasan inadvertidos, porque los niños generalmente son asintomáticos. Lo de los pediatras, tremendo.
Fíjate que el protocolo cubano tiene tres etapas, que es característico de Cuba.
Cuando usted ve los protocolos de otros países, empiezan en la parte terapéutica. El de nosotros empieza por la prevención, qué hacemos con los grupos vulnerables, qué hacemos con grupos de riesgo, qué hemos hecho con intervenciones completas con Prevengovir, qué hemos hecho con biomodulina en los ancianos, con las embarazadas; por ahí empieza nuestro protocolo, qué hacemos con el diagnóstico oportuno. Luego tiene un núcleo central que es la terapéutica y tiene un tercer protocolo que es el de los convalecientes como le llamamos, el protocolo de atención a los convalecientes. Son tres etapas del protocolo, los tres realizados con el mismo rigor científico.
P: ¿En ningún otro país hay tres etapas para el protocolo?
R: No, así como el que tiene Cuba no se ha visto en ningún país y que tengan protocolo particular para los recuperados no lo hemos visto. Y además Arleen, Cuba lo puede hacer porque Cuba tiene un sistema de atención primaria sólido que abarca al 100% de la población y porque tiene proyección comunitaria y porque a nivel de un municipio puede tener las especialidades de las que te hablo, de muy alto nivel y porque tienen posibilidad resolutiva los policlínicos y porque tenemos hospitales provinciales y municipales. Es un sistema de salud.
P: Y porque tiene terapias.
R: Y porque tiene terapias. Y además a esto se le suma un protocolo adicional que es el de atención psicológica de la salud mental de pacientes, familiares y trabajadores de la salud, que ha sido precioso, con unos resultados preciosos que además ha demostrado la necesidad que hay del apoyo psicológico porque el ser es un ser biopsico social, no puede ser sólo biológico, lo psicológico y lo social está presente.
P: ¿Podríamos afirmar que Cuba es un caso excepcional entre los países que menos contagios y muertes ha tenido en el personal de salud?
R: Cuba ha apostado por tener un fuerte sistema de medios de protección para todo el personal de salud, primera barrera, tema que en otros países ha costado trabajo, sobre todo en países pobres. Cuba ha invertido una suma importante de recursos para que no falte ningún medio de protección, esa es la primera gran medida, en todos los lugares, no sólo en los centros COVID, en todos los lugares. Cuba ha podido cubrir paulatinamente al personal de la Zona Roja con medicamentos preventivos y lo tenemos que seguir haciendo, lo hemos ido extendiendo. Cuba ha podido también tener algunas medidas preventivas, sobre todo medicamentos preventivos, a nuestro personal que sale a la Henry Reeve con temas como el nasalferón o con el interferón, productos cubanos de muy alta efectividad en esta batalla.
Nosotros hemos tenido un porciento de profesionales de la salud que se han enfermado, no en Zona Roja, fundamentalmente en otras instituciones de salud que no atienden COVID y con porcientos que no son de los más elevados en el mundo.
El personal de salud es una primera prioridad para nosotros, el no haber tenido que lamentar un fallecimiento de un personal de la salud prestando servicio en Cuba es hoy un lujo en el mundo, eso hoy es una de las grandes batallas en el mundo porque el personal sanitario tiene que cuidarse porque si no después con qué vas a atender y porque lo merecen. Nuestros profesionales, desde el ébola, antes del ébola, desde toda esta historia tienen una alta responsabilidad con su autoprotección y sus medios de protección, y son muy, muy conscientes de que en la medida en que se protejan bien, esa capacidad de cuidarse, esa barrera, es la más importante. Y nosotros hemos hecho, ya te explico, intervenciones que ha apoyado eso.
Nosotros, de verdad, cada vez que hacemos un intercambio con otros países que nos preguntan, eso lo decimos con un orgullo Arleen, lo tenemos que decir con orgullo, no sólo con orgullo sino con la satisfacción de que ninguno de nuestros colegas… ¿y sabes lo que pasa en otros países? que se están enfermando más enfermeras, se han muerto más enfermeras y enfermeros que médicos, porque cuando tienen poco le dan a los médicos más y en Cuba el personal de salud se protege por igual, tiene el mismo valor y nosotros no tenemos diferencias en cuanto a personal enfermo y por supuesto un personal que hemos tenido que lamentar su fallecimiento. Esto es uno de los grandes éxitos de esta batalla.

Compartiendo modestamente nuestras experiencias
P: Ileana, ¿qué dice la Organización Mundial de la Salud o qué dice la OPS, qué dicen los organismos internacionales de Cuba en la batalla contra la COVID?, ¿qué opiniones hay?
R: La Organización Panamericana de la Salud ha organizado varios videoconferencias y hemos participado al menos en tres donde ellos nos han pedido que Cuba socialice su experiencia con el resto de los países.
A título más bilateral, nos han pedido que lo hagamos con países en particular, otras con la dirección de la OPS y una más reciente que está en Youtube, ellos la prepararon para que se mantuviera en Youtube y se pudiera consultar. Hubo en tiempo real más de 800 personas de todas las Américas conectadas, unas porque estaban invitadas y se conectaron a la plataforma, otras porque estaban en ese momento en Youtube y otros que se quedaron conectados. Fue para explicar la experiencia cubana y los éxitos o los resultados –eso fue hace más o menos 25 días- los resultados cubanos hasta ese momento en el enfrentamiento a la Covid.
Y nosotros, de verdad que de una manera modesta pero sí sin dejar de mencionar todo lo que hemos hecho, hemos compartido con el resto de los profesionales del área de las Américas la experiencia cubana.
Cómo lo hemos hecho, qué nos ha salido mejor, qué otras cosas hemos tenido que reforzar porque una de las cosas que hemos aprendido Arleen, es que en la marcha se va enmendando y aprendiendo. Yo recuerdo que el Comandante siempre decía que una idea era hija de otra. Y yo todos los días recuerdo esa enseñanza del Comandante. Creo que es la primera vez que lo comento en todos estos meses de trabajo, porque eso es precisamente lo que hemos hecho, no sólo el Comité de Innovación del Grupo de Ciencia, todos, el Grupo Temporal, el Grupo Técnico, las personas que individualmente han tenido una responsabilidad, es que todos los días aprendemos de una idea, si hay que mejorarla la mejoramos, si hay que rectificarla la rectificamos, si hay que perfeccionarla, al otro día vamos con la misma, pero perfeccionada.
Eso vino del Comandante: una idea nos ha llevado a otra y cuando pensábamos que el protocolo se iba a quedar en la versión 1.1, con nuevas investigaciones le subimos la parada, esta idea iba todos los días enriqueciéndose y llegó a 2 y llegó el 3 y llegó el 4 y llegó el 5 y seguimos y ahora mismo acabamos de hacer tres modificaciones al protocolo porque la vida nos lo impone, no los impone porque además en una enfermedad todos los días puede ir cambiando el contexto.
El IPK no se cansa de hacer investigaciones básicas, hay que seguir conociendo el virus, hay que seguir conociendo la simétrica, hay que seguir conociendo la forma de infección, cómo se transmite. En fin, Arleen, pudiéramos estar hablando todo un día…
P: Supongamos que el enfrentamiento a la COVID es una carrera de fondo como ha dicho el Presidente Díaz-Canel, y van todos los países corriendo. Ya sabemos que a nivel mundial Cuba está en el lugar 111, el número me pareció muy bonito porque de ciento noventa y tantos países que una islita tan pequeña y asediada y bloqueada sea el 111. Repito, ¿cómo ve a Cuba en esa carrera por vencer la COVID, cuando ya tenemos una vacuna en la mano y hemos logrado un control relativamente fuerte de la epidemia?
R: Esa es una pregunta difícil pero yo soy cubana en primer lugar y en segundo, soy apasionada, soy muy poco neutral para observar, pero nosotros tenemos una Ana Fidelia Quirós y tenemos mucha gente como ella. Si lo voy a contestar por la visión de Ileana o por lo que he visto o por todo aquello de lo he sido partícipe o porque veo a mis compañeros…
P: Tenemos una medalla…
R: No, no, tenemos una medalla de oro o por lo menos una de las tres primeras. Vamos al podio. Te voy a decir por qué yo diría que vamos al podio, yo no sé si oro, bronce o plata, pero vamos. En primer lugar es un pueblo completo luchando, quizás algunas personas tienen que portarse mejor y ser más disciplinadas, pero son conductas individuales. Estoy hablando del pueblo organizado, es un pueblo completo luchando, enfrentándose, un pueblo organizado; son las organizaciones de masas ahí en la comunidad, en qué más puedo ayudar, dime la pesquisa, te voy a buscar a la persona, te ayudo, ¿qué país tiene eso Arleen, dime, qué país tiene eso?
Son los estudiantes de Medicina sin coger vacaciones, donando vacaciones, durante meses al pie del cañón. Con los médicos, yo me erizo, dime qué país tiene eso. Nuestros médicos y enfermeras que tú los ves jovencitos, muchos se han incorporado ahora, los que se graduaron ya están incorporados, quisieron incorporarse antes para luchar…
Es todo nuestro personal para el frente. Son las mujeres, recuerda que este es un organismo de mujeres, más del 71% de nuestros profesionales son mujeres y es todo el día hasta altas horas de la noche en esta batalla. Son además, los científicos, todos diciendo: yo tengo una cosa nueva, lo mío puede ayudar, tengo otra idea, yo tengo este pedazo que puede completarse, toda la ciencia. Una ciencia de pueblo puesta en función de un problema de salud, la verdadera ciencia pertenece al pueblo, la ciencia es salud. La Ciencia que no va rápido del laboratorio a la cama del paciente no es una ciencia pertinente. Nosotros hemos acortado esos tiempos.
P: ¿Cómo le llaman a eso?
R: La ciencia traslacional, es decir, del laboratorio, de una idea, rápido al producto y del producto al paciente.
Y si a todo eso tú le sumas un gobierno comprometido, día tras día reunido, día tras día buscando solución a los problemas, hasta el último detalle discutiéndolo, nombre y apellido de la persona que puede estar más grave o menos grave, entendiendo y compulsando la ciencia para que lo acompañe en esta batalla, entonces, tenemos que estar en el podio, vaya, sería muy…
P: Sería injusto.
R: Sería injusto si no estuviéramos, vaya, de verdad, y uno aplaude países que están haciendo muchísimo y uno ve gobiernos que tienen un compromiso con su pueblo, los vemos, lógicamente no estamos en el interior de lo que están haciendo, yo lo que te puedo decir es lo que está haciendo Cuba y lo que Cuba está haciendo es lo que nos enseñó Fidel hacer frente a otras situaciones.
P: Pero la propia fortaleza fundamental de Cuba, que es ese sistema de Salud y Ciencia, parece que se convierte también en su debilidad cuando de tanto cuidar y curar a la gente, la gente cree que aquí nadie se va a morir de COVID y entonces aparecen esos indisciplinados que usted mencionaba. Hay también un tiempo, ustedes llevan un ritmo de trabajo de veintiséis horas por día, como usted decía, que el ser humano literalmente no está en condiciones de soportar, nada puede ser por tan largo tiempo. Pregunto yo ¿qué hacer para resolver esa ecuación, creo que es la asignatura pendiente en el enfrentamiento a la COVID 19 en Cuba?
R: Está dicho en salud que la autorresponsabilidad ante la salud es una variable que no puede olvidarse en ninguna de las políticas sanitarias, ni internacional ni de los países ni de los gobiernos.
Ahora, qué pasa con Cuba. La paradoja. Nosotros hemos tenido un sistema de salud que le ha proporcionado, además de salud para todos, la seguridad total, cobertura total, responsabilidad, un médico y enfermera de Familia que se desvelan porque esta población que atienden en un promedio de mil, más menos, pacientes, personas por médico, es la responsabilidad absoluta de ese médico, como sabes, toda la fortaleza del sistema.
Eso hace que un poquito, un grupo, no diría la mayoría pero, un grupo de cubanos dice, bueno, si me enfermo el sistema me cura. Y es verdad, en la mayoría de los casos, nos curamos, pero no se deja de recargar al sistema, no se deja de recargar a ese médico. No es lo mismo atender en una sala a diez pacientes que atender treinta; para esos enfermeros no es lo mismo cumplir los procederes de enfermería en diez que en treinta. Todo el que ha estado ingresado sabe lo que digo.
No es lo mismo en una terapia intensiva tener uno o dos pacientes graves o en algún estado que tener diez, no es lo mismo. Los sistemas de salud se tensan, las personas se sobrecargan. No es lo mismo para un médico de Familia tener la preocupación de tener un área tranquila, un área con una o dos personas que con un foco, tener dos focos abiertos, tener un evento, eso lleva una sobrecarga de trabajo que cuando lo mantienes en el tiempo pues lógicamente puede resentirse en sentido general. Por eso, es verdad que en Cuba el protocolo ha sido muy efectivo, evidentemente en los últimos tres meses el promedio ha sido entre 1,09, 1,02 el índice de mortalidad, el patrón de letalidad. Es verdad que el índice de mortalidad por la COVID en Cuba es de 0,8, muy, muy bajo a como está en el mundo.
P: El 80% sobrevive.
R: Las personas entonces, como que le han perdido el miedo a la COVID, porque la mayoría se recupera, pero eso no significa que cualquiera de nosotros, en cualquier momento, sin saber cuándo ni cómo, como dice el poema, enferme. Y tampoco tenemos escrito en la frente quién se puede complicar.
Entonces sí es una amenaza real a la salud. Y por otro lado, que hay como un cliché, un pensamiento de es una enfermedad leve, que si me enfermo la paso leve o asintomática… No, ya está descrito que hasta a los asintomáticos les hemos encontrado lesiones y en una de las investigaciones que tenemos hemos encontrado asintomáticos y enfermos leves con lesiones pulmonares, por tanto las secuelas existen y la secuela, como la palabra lo dice, puede ser para toda la vida. Es una enfermedad para respetar y no podemos tomarla a la ligera, no podemos tomarla de que no, este es un problema del otro, del de al lado, esto a mí no me va a pasar.
Además, tenemos el hándicap de que al tener una amplia mayoría de asintomáticos es una enfermedad silenciosa. Y una enfermedad respiratoria, que además, como tiene tantos asintomáticos, es silenciosa, es muy peligrosa para manejarla epidemiológicamente.
Me comentaba ayer un epidemiólogo de alto nivel: es que estamos trabajando una enfermedad muy complicada. Una enfermedad respiratoria no es lo mismo que otro tipo de enfermedad; en la respiratoria el control es más complejo y si encima el asintomático no sabe, ni tú lo sabes ni yo lo sé, ni sabes quién lo está transmitiendo, el control de ella exige un extra que hoy tenemos que ponérselo a todo el mundo bajo un prisma de que yo soy responsable de mi salud y responsable de la salud de los que están al lado mío, responsable conmigo y responsable con los que están al lado. Eso no todo el mundo lo tiene claro y tenemos que seguir mejorando nuestros mensajes, tenemos que llegar de una manera distinta, las personas tienen que entender que estamos en un momento que nosotros todos podemos lograrlo.
P: Y además, Ileana, el que se enferma no se va a vacunar. Ya la vacuna no lo salva porque la vacuna no cura, la vacuna precave. Hay que llegar sano ahí.
R: Sí, la vacuna es preventiva, es para que no te enfermes y la vacuna tiene sus tiempos y ahora lo que mejor podemos hacer hasta que nuestra vacuna esté, que se logre y sea un éxito, es cuidarnos mucho. Como dice el Presidente, como dice todo el mundo, la mejor vacuna es la disciplina pero una disciplina real porque la vacuna va a cumplir los términos que están establecidos y mientras tanto tendremos que seguir cuidándonos mucho y yo diría cuidándonos.
Si nos hemos cuidado hasta ahora, el que se ha cuidado menos tendrá que analizarse, el que se ha cuidado más debe seguir haciéndolo mejor, porque nos ha pasado un julio, un agosto, nos han pasado ya meses. Y la perfección dentro del hogar, hay que mirar de manera distinta la sistematicidad, a veces nos cuesta trabajo lograrlo.
P: Y yo pienso, se agotan los seres humanos y se agotan los recursos.
R: Es que toda emergencia sanitaria pone en tensión, no sólo al sistema de salud. Porque demanda recursos que no estaban destinados para esa emergencia y que cuando tienes eso, tienes que sacarlo de algún lugar y tienes que redistribuir porque tú no tenías recursos para esa emergencia que se ha presentado. Y si encima además tienes condiciones climatológicas que te pueden complicar otros temas, imagínese si no necesitamos de un pueblo que, además como nos tiene acostumbrados, un pueblo educado, un pueblo culto, un pueblo disciplinado que cumpla con lo que se le está diciendo para acabar entre todos ya de ponerle un punto final a esta situación.
P: Y coger la medalla de oro.
R: Sí, eso diría yo.
Gracias Doctora.

Tomado de: Cubadebate.

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La Central de Trabajadores de Cuba y sus sindicatos nacionales convocan a todo nuestro pueblo a una masiva jornada de movilización para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores, presidida por el lema Cuba vive y trabaja, expresión de la firme e incondicional decisión de continuar consolidando nuestro modelo económico-social de desarrollo socialista. La Central […]

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