Nuestra querida Cuba, Fidel, reaccionó ante la pandemia con un esfuerzo heroico
Querido Fidel:
Este día de tu cumpleaños siento mucha nostalgia de nuestras conversaciones. Y, sobre todo, de tu luminosa inteligencia para guiarnos en esta nueva coyuntura pandémica.
La vida y la historia están llenas de imprevistos. Con tantos atentados que preparó la CIA para asesinarte, ¿quién habría imaginado que pasarías al otro lado de la vida tranquilamente en tu cama, rodeado por personas queridas y honrado por tu amado pueblo cubano? ¿Quién habría imaginado que la Unión Soviética se desintegraría en 1991 sin disparar un solo tiro? ¿Quién habría imaginado que los Estados Unidos tendrían un presidente negro y la Iglesia Católica un papa argentino progresista?
Durante nuestras conversaciones en tu casa me hablaste varias veces de la seria amenaza de una guerra nuclear. Ese peligro sigue vigente. ¿Pero quién habría imaginado que este año el mundo dejaría de girar debido a un virus invisible conocido como Covid-19?
Nuestra querida Cuba, Fidel, reaccionó ante la pandemia con un esfuerzo heroico que sumó las actitudes correctas del pueblo, los profesionales de la salud y el gobierno. En comparación con otros países se perdieron pocas vidas gracias a las medidas adoptadas y acatadas por la población. Y en el espíritu internacionalista y solidario que siempre ha signado la historia de la Revolución, se enviaron brigadas de salud para socorrer a pueblos de decenas de países.
El virus puso en evidencia, como nunca, las entrañas podridas del capitalismo, la abisal desigualdad social, la suprema contradicción entre un sistema que produce avances tecnológicos admirables, pero es incapaz de evitar que la humanidad se vea afectada por un simple virus.
Le agradezco a Dios el don de tu vida, Fidel. Aquí seguimos con la responsabilidad de ser fieles a tu legado y dignos de tu ejemplo de vida y de lucha.
¡Venceremos, Comandante!
Fraternalmente,
Frei Betto